SINOPSIS
A medida que la niebla matutina se
va despejando el domingo de Acción de Gracias, los hogares de Three Pines
cobran vida; todos menos uno... Para los lugareños el pueblo es un reducto de
seguridad. De modo que, cuando encuentran muerto a un miembro muy querido de la
comunidad en el bosque de arces, les invade la perplejidad. Sin duda debió de
ser un accidente, la flecha extraviada de un cazador. ¿Quién iba a querer a
Jane Neal muerta? A lo largo de una extensa y fulgurante carrera en la Sûreté
du Quebec, el inspector jefe Armand Gamache ha aprendido a buscar serpientes en
el Paraíso.
COMENTARIO
La novela que os traigo hoy es la prometedora
primera entrega de una serie policíaca canadiense que consta, hasta la fecha,
de diez títulos. Naturaleza muerta
se publicó hace cinco años, aunque hoy está descatalogada y es difícil de
conseguir. De los libros que le siguen, la editorial ha publicado recientemente
el número cinco, Una revelación brutal,
que es la novela más premiada de la serie. Aunque todas han tenido muy buena
acogida en Canadá, donde la autora goza de mucho prestigio, en España es
todavía bastante desconocida.
Naturaleza
muerta
entroniza al inspector Gamache, de la Sureté de Quebec, que debe trasladarse a
la localidad de Three Pines a resolver un extraño caso de asesinato. Este
pintoresco pueblo se ve sacudido por la dolorosa noticia de la muerte de la
anciana Jane Neal, antigua y apreciada maestra, que ha sido encontrada en el
bosque con una flecha clavada en el corazón.
Lo que diferencia a esta novela de
otras del género es que no se limita a narrar un caso criminal, sino que se
detiene en analizar en profundidad la vida y las reacciones de los habitantes de
Three Pines, de forma que, en bastante momentos, parece más la crónica social de
un pueblo, un relato costumbrista, amable y desenfadado, que una novela
policíaca, lo que recuerda un poco al estilo británico propio de las novelas de
detectives rurales.
Novela de misterio amable y
reflexiva, sin apenas acción ni situaciones violentas, nos sumerge en la investigación
que lleva a cabo Gamache, que va sacando a la luz las personalidades de los
habitantes del pueblo de Three Pines y sus posibles móviles para asesinar a la
anciana Jane Neal.
Paralelamente, iremos conociendo la personalidad
del inspector protagonista y sus ayudantes.
Al tiempo que investiga el caso, Gamache
intenta impartir enseñanzas a sus jóvenes agentes, que les puedan servir en su
carrera, especialmente que en la vida siempre se tienen opciones, y que existen
cuatro fases que conducen a la sabiduría, cuatro frases que aprendemos a decir
y sentir.
Lo que, en resumen, Gamache quiere
enseñar a sus policías novatos es que debemos aprender de nuestros errores.
Este singular inspector tiene una
técnica muy particular para realizar su trabajo y resolver un caso. La mayor
parte de la gente, al hablar, está mirando alrededor, pendiente de otras
personas y otras cosas, perdiéndose matices importantes. Cuando el inspector
Gamache interroga a alguien, su interlocutor es el universo, aunque intenta ir asimilando,
al mismo tiempo y sin que se note, todo lo que sucede alrededor.
Aparte de la trama criminal, muy
bien urdida y resuelta, hay mucho de análisis psicológico y social en esta
espléndida novela. El título del libro se refiere, por ejemplo, a la gente a la
que le encantan sus problemas, porque les proporcionan toda clase de excusas para
no madurar y enfrentarse a la vida. La vida es cambio. El que no madura y evoluciona,
se queda clavado, y el resto del mundo sigue adelante dejándole atrás. La mayor
parte de esas personas son inmaduras y llevan unas vidas de naturaleza muerta, esperando que alguien
les salve o les proteja de un mundo grande y malvado. La cuestión es que nadie
puede salvarlos porque el problema es suyo, al igual que la solución.
Uno de los factores fundamentales que
hacen de esta novela un auténtico placer para el lector es el diálogo, lo que
dicen los personajes, sus conversaciones, sus reflexiones en voz alta, los
conceptos que expresan y que tienen un trasfondo que invita a pensar, como al
abordar el concepto de pérdida y del dolor que ocasiona.
El estilo de esta autora es sencillo
y muy elegante, sin estridencias ni sobresaltos, una narración tranquila pero
que consigue hipnotizar al lector y sumergirle en los problemas de un pueblo aparentemente
tranquilo y seguro, pero que esconde algunos misterios.
Es una verdadera lástima que la
serie no haya sido traducida y publicada por orden y en su totalidad, porque
tiene auténtica calidad, pero bueno, tendremos que conformarnos con las que
vayan publicando. De momento la autora me ha conquistado totalmente, así que no
tardaré mucho en leer Una revelación brutal,
que ha cosechado muchos premios y excelentes críticas.
AUTORA
Louise Penny nación en Toronto en 1958.
Ha trabajado como periodista de actualidad para la Canadian Broadcasting
Corporation. También ha realizado multitud de entrevistas, lo que supuso para
ella un aprendizaje inmejorable, pues le enseñó a escuchar con mucha atención,
lo que, a su juicio, supone una cualidad fundamental para un escritor.
Actualmente vive en un pueblo de Quebec con su marido, Michael. Naturaleza muerta es su primera novela,
e inaugura una serie de obras ambientadas en el pequeño pueblo de Three Pines.
Con esta primera entrega ha ganado los premios
Arthur Ellis y Dilys, que son sólo los primeros de la larga serie de
reconocimientos que aguardan a esta autora.
Naturaleza
muerta
se ha sido llevada a la televisión en una película de dos horas , con el actor
británico Nathaniel Parker como el inspector Gamache.
Hasta el momento la serie consta de
doce novelas, de las que sólo dos han sido publicadas en castellano.
(Fotograma y cartel de la película)
FICHA TÉCNICA
Editorial:
La factoría de Ideas (2009)
320
páginas
ISBN:
9788498004748
Título
original: Still life
Traducción:
Beatriz Ruiz Jara
Precio:
20 € (descatalogado)
Ebook.
3,99 €
Puntuación :