SINOPSIS
Víctima de un feroz ataque que le ha
dejado una gran cicatriz en la mejilla, la joven psiquiatra Kit Quinn se ve
obligada a enfrentarse a sus miedos más viscerales y a volver a encontrarse
cara a cara con el hombre que la atacó, sospechoso de cometer un horrible
crimen. Pero las cosas no son tan sencillas. A pesar de que existen pruebas
aparentemente claras y contundentes, Kit rechaza lo que parece una explicación
plausible y decide realizar sus propias pesquisas, convencida de que hay algo
más allá de lo que se ve a simple vista. Así pues, su obsesiva búsqueda de la
verdad tendrá peligrosas consecuencias y la llevará a penetrar en un mundo
desconocido, un mundo de marginalidad y abandono, donde el atractivo pero inescrutable
propietario de un albergue para jóvenes desamparados tendrá un papel decisivo
en la resolución del caso.
COMENTARIO
De nuevo os traigo una novela negra
con una psiquiatra como protagonista. Y es que no puedo evitarlo, estos autores
tratan en sus libros un tema que me gusta mucho, el de los recovecos mentales,
las implicaciones psicológicas de los personajes, y la forma de afrontar y
superar los traumas.
Escrita antes de las novelas
protagonizadas por la psiquiatra Frieda Klein, parece como si los autores
hubieran querido continuar con la serie pero finalmente hubieran decidido
elegir otro personaje diferente al de esta novela, aunque, desde mi punto de
vista, Kit Quinn tiene tanta fuerza que hubiera merecido ser la protagonista de
una serie completa.
Así pues, tenemos a Kit, una joven
doctora en psiquiatría que trabaja en una clínica privada en Londres, y a la
que en ocasiones llaman desde el departamento de policía para hacerle consultas.
La novela comienza cuando en una de estas ocasiones debe evaluar a un joven
desaliñado al que han encontrado rondando por los alrededores de una escuela.
Durante la entrevista, Michael Doll rompe una taza de café y corta la cara a
Kit, de tal forma que la deja marcada. Tres meses después, cuando se reincorpora
al trabajo, la policía vuelve a llamarla, ya que Doll es sospechoso del
asesinato de una joven indigente que ha aparecido apuñalada a orillas del
canal.
Narrada en primera persona, nos
cuenta la investigación que Kit llevará a cabo, guiándose por su instinto y su
habilidad para atar cabos, cuestionarlo todo y hacer conexiones que, en
principio, parecen inexistentes. Seguirá adelante a pesar de las críticas y la
falta de apoyo de la policía, que en realidad no confía en su capacidad para
resolver el asesinato.
La historia no decae en ningún
momento, tiene un tipo de acción al estilo británico, no desenfrenada pero
tampoco lenta o aburrida y, sobre todo, un análisis de personajes maravilloso,
que consigue mantener el interés hasta
la última página.
Me ha gustado también el romance que
la protagonista parece iniciar con el atormentado Will Pavic, que dirige un
centro de acogida.
Está claro que seguiré leyendo las
novelas de esta pareja de escritores, porque todas novelas tienen calidad y no
decepcionan nunca, y sobre todo porque siempre resultan interesantes las
reflexiones que hacen los personajes, sus dudas y sus temores, sus deseos
ocultos y el motivo de sus pesadillas.
Ya desde el título, esta novela hace
referencia a esa habitación roja que constituye la zona de alerta de las
pesadillas de Kit Quinn desde que sufrió el ataque que la dejó marcada y por el
que nos movemos, en realidad, cada uno de nosotros, un lugar donde se esconde
lo que nos atemoriza y nos puede paralizar de angustia y desasosiego.
En general está muy bien elaborada,
aunque, como me suele ocurrir siempre, quizás el final no me ha parecido que
esté a la altura del resto de la novela. Y es que me gustan los desenlaces
creíbles y ordenados, donde todo encaje a la perfección, y en este caso me ha
faltado un puntito de realismo. A pesar de ello, la recomiendo.
AUTORES
Nicci French es el seudónimo
utilizado por la periodista freelance Nicci Gerrard y su marido Sean French,
también periodista. Juntos han escrito una docena de thriller psicológicos. Su
primera novela, Enterrado en la memoria
(1997), obtuvo una excelente acogida por parte de crítica y público. En 1999
publicaron Un amor dulce y peligroso,
récord de ventas en Estados Unidos, Inglaterra, Alemania y Francia, y que fue
adaptada al cine con el título: Suavemente
me mata, protagonizada por Heather Graham y Joseph Fiennes. De entre sus
obras cabe destacar también: A flor de
piel (2000), La habitación roja (2001) Los
muertos no hablan (2011), y Sonata para un muerto (2013). La serie protagonizada por Frieda Klein consta hasta
ahora de cuatro títulos, Lunes amargo ,
Martes de hielo, Waiting for wednesday y
Thursday's Children (los dos últimos todavía sin título en castellano).
FICHA
TÉCNICA
Editorial: Salamandra (2004)
348 Páginas
ISBN:8478889205
Título original: The red room
Traducción: Patricia Antón de Vez
Puntuación :
Tiene muy buena pinta, gracias por tus impresiones, me la llevo
ResponderEliminarun beso
Había leído también alguna opinión bastante positiva sobre esta novela en concreto. Tiene ingredientes para gustarme mucho, sin duda, y lo de las novelas a cuatro manos siempre me parece bien curioso. Creo que son más difíciles de cohesionar, pero si se consigue es un elemento que enriquece bastante tanto la narración como la propia historia en sí.
ResponderEliminarUn besín!
Ay, ese puntito de realismo también lo echo en falta si no está pero como te dije me gustan este tipo de lecturas de recovecos mentales y demás.
ResponderEliminarBesos
Me llama mucho, me lo apunto :D
ResponderEliminarBueno, pues otro con el que me convences, me lo llevo, claro. Un besote!
ResponderEliminarTiene buena pinta. Pero con tanto libro similar como tengo pendiente, no sé cuándo caerá...
ResponderEliminarBesotes!!!
No me llama mucho. Me recuerda a otras tantas novelas del estilo.
ResponderEliminarLei A flor de piel y no estuvo mal. Este pinta muy bien, me lo llevo anotado.
ResponderEliminarUn beso!
Lo que les gusta poner un psiquiatra en este tipo de libros :) Es de los que no me importa leer para determinados momentos, sabiendo que, como dices, al final es más el desarrollo de la trama que el final, que parece que siempre lo resuelven como si se les terminara el tiempo.
ResponderEliminarGracias y besos!
Iba diciendo: "¡Para mí, para mí!". Pero eso de que le falta un poco de realismo en el final... me echa para atrás.
ResponderEliminarMe lo anoto, si está en la biblioteca tal vez me anime a leerlo.
Un beso!