miércoles, 27 de enero de 2016

VE Y PON UN CENTINELA (Harper Lee)


SINOPSIS

 Maycomb, Alabama. A los veintiséis años Jean Louise Finch, Scout, vuelve a casa desde Nueva York para visitar a su padre, Atticus. Con el trasfondo de la lucha por los derechos civiles y los disturbios políticos que estaban convulsionando el Sur, el regreso de Jean Louise a casa se torna agridulce. El descubrimiento de perturbadoras verdades sobre su familia, la ciudad y las personas que más quiere, unido a los recuerdos de su infancia, va a hacer que se cuestione todos sus valores.

COMENTARIO

Hay libros que nos marcan desde la infancia o la juventud y que guardamos en la memoria de un modo muy especial. No recuerdo en qué año leí Matar a un ruiseñor, de Harper Lee, autora también de la novela que hoy os traigo, pero sí recuerdo que me impresionó mucho y que fue uno de los libros causantes del inicio de una fiebre lectora que me ha acompañado hasta ahora.
Ve y pon un centinela, fue escrita a mediados de los años cincuenta, antes de la publicación de Matar a un ruiseñor, y ha permanecido más de cincuenta años guardada en un cajón hasta que la autora, ya anciana,  ha decidido sacarla a la luz.  
Aunque fue escrita con anterioridad, cronológicamente nos sitúa en un tiempo posterior a Matar a un ruiseñor. Jean Louise (la pequeña Scout) tiene ya 26 años y vive en Nueva York. Visita una vez al año a su anciano padre, Atticus, y a su amor de toda la vida, Henry, que trabaja en el bufete de abogados de su padre.
El título del libro hace referencia a una cita del libro de Isaías, versículo seis: “Porque el Señor me dijo así: Ve y pon un centinela que haga saber lo que viere”. Y es que, en un momento dado de la novela, Scout, la protagonista, en plena crisis vital, se dice a sí misma que necesita un centinela que la guíe y le enseñe a diferenciar entre lo que dice la gente y lo que quiere decir de verdad, que trace una raya que le indique donde existe una justicia y dónde existe otra, y le haga entender la diferencia.

Estamos ante un libro con un innegable contenido político, y que constituye un relato costumbrista de una época y de una sociedad marcada por el racismo y la desigualdad.
La autora nos hace un retrato del Sur de los Estados Unidos, un territorio que conforma una nación aparte dentro de otra nación, con extrañas paradojas y desigualdades, que libró una guerra por múltiples razones que confluyeron en una sola, preservar su identidad.
Por boca de Atticus, la autora nos hace un repaso de lo que fue la Guerra Civil en el Sur, y de lo que supuso la Reconstrucción, la pobreza a la que fueron condenados sus habitantes, negros y blancos, con una doctrina política impuesta desde el Norte y ajena a un Sur que no estaba lista para asumirla.                                                          

Sentada en su antigua habitación, la protagonista reconstruye su niñez. La mirada infantil recorre de nuevo los rincones de su hogar y las personas que habitaban en él, destilando una añoranza de la infancia perdida, del momento en que los padres lo son todo para nosotros, del fin de la inocencia y la confianza.
La historia que cuenta supone un paso hacia la madurez que la obliga a replantearse sus sentimientos hacia la adorada figura de su padre, Atticus, un hombre al que siempre ha considerado íntegro, paciente y con sentido del humor, un auténtico caballero, el mejor amigo que alguien puede tener, el único ser humano en el que ha confiado siempre y que de pronto le ha fallado públicamente y sin pudor.

                                                              Atticus con Scout y Jem 

Existen pues muchas diferencias entre el Atticus Finch de Ve y pon un centinela, desencantado y pueblerino, con el Atticus de Matar a un ruiseñor, un hombre que desprende rectitud y decencia.
La admiración, el amor y el respeto por la figura paterna parece tambalearse, cuando nuestra Scout (aquí Jean Louise) sospecha que su padre es simplemente un hombre como los demás,  y que las magistrales lecciones de principios, honestidad e integridad que recibieron en su infancia su hermano Jem y ella, pueden convertirse en papel mojado cuando chocan con la realidad y la vejez. En ese momento la desilusión anidará en su corazón dejándola vacía de emociones ante la realidad de la edad adulta.
La añorada figura de Dill Harris (Truman Capote), el niño que acompañó su infancia y al que Jean Louise echa constantemente de menos, acompaña con nostalgia el transcurso de la novela.
                                                     
Da la sensación de que Ve y pon un centinela sea una especie de borrador del libro que daría a la autora fama y éxito sin precedentes. Harper Lee estaba aprendiendo a escribir y por tanto se trata de una novela de iniciación, con todos los errores que ello conlleva.
La novela me ha aportado muchas cosas. Además de una lectura muy agradable, me ha servido para recordar por qué me impactó tanto aquella primera lectura de Matar a un ruiseñor, por qué me parecía que la historia contenía enseñanzas maravillosas que me podían servir en mi vida futura y que podrían resumirse en que siempre hay que intentar ponerse en el lugar de los demás, caminar con sus zapatos, como diría Atticus.
Aunque indudablemente no está ni mucho menos a la altura de Matar a un ruiseñor, recomiendo leer esta novela como curiosidad literaria y de valor histórico.                                                

AUTORA

Nelle Harper Lee nació el 28 de abril de 1926 en Monroeville, una pequeña localidad ubicada en el estado norteamericano de Alabama (Estados Unidos). Era, al igual que la protagonista de su famosa novela Matar a un Ruiseñor, hija de un abogado que contaba con la amistad del escritor Truman Capote. También era descendiente del famoso general Robert E. Lee.
Harper estudió Derecho en Alabama hasta 1949. Con posterioridad, se trasladó en los años 50 a la ciudad de Nueva York para trabajar en una compañía aérea. En la Gran Manzana Harper publicó Matar un Ruiseñor (1960), novela de cariz autobiográfico por la que ganó el premio Pulitzer y que vendió más de 40 millones de copias.
Ve y pon un centinela, segunda novela publicada de la autora, salió a la venta en 70 países y ha vendido más de dos millones de copias solo en Estados Unidos y Canadá.
En 1959 Harper Lee participó en la investigación de la novela de Truman Capote A sangre fría. En 1964 dejó de dar entrevistas.

                                                Harper Lee con Mary Badham (Scout en el cine)

FICHA TÉCNICA

Editorial: Harper Collins Ibérica
272 páginas
ISBN:  978-84-687-6704-8
Título original: Go set a watchman
Traducción: Belmonte Traductores
Precio. 12,73 €
Ebook: 9,49 €                                                     
                                                                       
PUNTUACIÓN: 

8 comentarios:

  1. No he leído a la autora pero tanto éste como Matar a un ruiseñor me apetecen y creo que este año los leeré ambos.

    Besos

    ResponderEliminar
  2. Lo compré cuando salió pero quiero leer antes Matar a un ruiseñor! Un beso

    ResponderEliminar
  3. Hola. Me encanta tu trabajo y tu esfuerzo. Me gustaría mucho que si tienes tiempo te des un salto a mi blog http://barcodelibros.blogspot.com.es/ Estoy empezando y me gustaría mucho saber si voy por buen camino. Gracias.

    ResponderEliminar
  4. Tengo pendiente el otro de la autora, espero leerlo en breve =)

    Besotes

    ResponderEliminar
  5. Es curioso todo lo que nos cuentas. Yo leí "Matar a un ruiseñor" hace mucho tiempo y evidentemente me encantó, como a ti y me marcó
    Puede que me enime con éste
    Besos

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...