viernes, 5 de mayo de 2017

Mi nombre era Eileen (Ottessa Moshfegh)



SINOPSIS

La Navidad ofrece muy poco a Eileen Dunlop, una chica modesta y perturbada atrapada entre su papel de cuidadora de un padre alcohólico y su empleo administrativo en Moorehead, un correccional de menores cargado de horrores cotidianos. Eileen templa sus tristes días con fantasías perversas y sueña con huir a una gran ciudad. Mientras tanto, llena sus noches con pequeños hurtos en la tienda local, espiando a Randy, un ingenuo y musculoso guardia del reformatorio, y limpiando los desastres que su padre deja en casa.
Cuando la brillante, guapa y alegre Rebecca Saint John hace su aparición como nueva directora educativa de Moorehead, Eileen es incapaz de resistirse a esa milagrosa e incipiente amistad. Pero en un giro digno de Hitchcock, el cariño de Eileen por Rebecca la convierte en cómplice de un crimen.

COMENTARIO

Hoy os traigo una curiosa novela de intriga psicológica, intimista y un poco obsesiva, que se sale de los límites del thriller para entrar en un terreno mucho más dramático que le da un toque personal y diferente.
La protagonista cuenta su historia en primera persona, desde la perspectiva de una anciana que vuelve la vista hacia atrás, al año 1964, cuando es una joven de 24 años, insegura, reprimida y depresiva, con evidentes problemas de autoestima. Eileen trabaja en un correccional, donde pasa su tiempo realizando cuestionarios para los padres de los chicos allí encerrados. Fuera del trabajo lleva una existencia oscura y miserable junto a un padre alcohólico que la esclaviza y la maltrata psicológicamente.
Desde el principio Eileen nos hace partícipes de sus más íntimos pensamientos. Siente que no existe para la sociedad que la rodea, pero ella misma sólo sabe hablar de sí misma, de su dolor, de sus frustraciones, de su falta de atractivo físico, con un afán victimista que la lleva a despreciar a todo el mundo. Habla siempre de su “máscara mortuoria”, la cara inexpresiva que pone para que los demás no conozcan lo que pasa por su cabeza.
Según avanza la novela, vamos conociendo detalles de la vida de Eileen, del acoso que realiza a un atractivo compañero de la prisión, de la dureza con la que juzga a los demás, y vamos percibiendo una especie de sociopatía que permanece oculta.
Un día se despierta en el interior de su coche, junto a su propio vómito después de una noche bebiendo en un bar y se da cuenta de que tiene que decidirse por fin a cumplir su sueño de huir de una vez e intentar empezar de nuevo en otro sitio donde nadie la conozca y donde pueda forjarse una nueva personalidad.

Si algo falla en la historia, es en que te pasas gran parte de la novela esperando que ocurra algo, presintiendo que algo malo va a suceder ya que además, en el ambiente en que se desarrolla la vida de Eileen, es bastante probable que al final se desencadene la tragedia. Pero la novela transcurre y la acción parece no llegar, lo que en mi caso ha provocado que perdiera algo de interés.
Lo más sugestivo es quizás la forma en que la autora desarrolla la personalidad de la protagonista, lo enfadada que está con el mundo, el sórdido ambiente en el que vive, la falta de amor y de atención que ha tenido a lo largo de su vida, de forma que te des cuenta de lo difícil que resulta para una persona que ha vivido en esas condiciones, salir indemne, prosperar, superar los traumas sufridos y huir para alejarse de esa vida y encontrarse a sí misma.
También tiene interés sociológico por el retrato que hace de una situación de tremendo abuso y crueldad domésticos.
Reconozco que la atmósfera me resultaba bastante opresiva. El mismo personaje de Eileen me resultaba incómodo y desagradable en muchas ocasiones, difícil de asimilar y de entender, ya que se trata de una persona con la que es difícil empatizar, aunque el lector desea secretamente que le vaya bien a pesar de todo.
Aparte de Eileen, el resto de personajes está poco desarrollado, son tan secundarios que la autora parece a veces olvidarse de mostrarnos facetas de su personalidad.
Aunque también reconozco que la forma de escribir de Otessa Mosfegh tiene algo adictivo y hasta un poco morboso que obliga a continuar con la historia, a pesar de la sordidez ambiental y de lo oscuro del relato. Es muy interesante conocer los pensamientos más íntimos de alguien que sufre una paulatina degradación cómo lo hace Eileen. Me ha recordado un poco a las novelas de Patricia Highsmith, con aquellos personajes tan poco comunes, a caballo entre la maldad y la inocencia. O a los atormentados personajes femeninos de las novelas de Gillian Flinn.
No creo que sea una novela para todos los gustos, pero a quien consiga entrar en la historia le será difícil abandonarla.


AUTORA

Ottessa Moshfegh es una escritora y novelista norteamericana. Nació en Boston de madre croata y padre iraní. Es colaboradora de la revista The Paris Review desde 2012, donde ha publicado los relatos cortos por los que ha sido galardonada con el Plimpton Prize en 2014. Su relato McGlue fue publicado el mismo año y le valió el Fence Modern Prize in Prose y el Believer Book Award. Mi nombre era Eileen es su primera novela, que fue inmediatamente aclamada por la crítica literaria tras su aparición en 2015, ganó el Premio PEN/Hemingway al mejor debut literario en 2016 y fue nominada al Man Booker Prize 2016.

FICHA TÉCNICA

Editorial: Alfaguara (26/01/2017)
280 páginas
ISBN: 9788420423944
Título original: Eileen
Traducción: Damián Alou Ramis
Precio: 17,95 €
Ebook: 11,99 €


PUNTUACIÓN: 

2 comentarios:

  1. hola! un placer visitarte y llevarnos esta lectura que parece diferente, gracias y un saludosbuhos.

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  2. No era un libro que me tentara mucho, pero me has picado con esta atmósfera opresiva, agobiante... Podría animarme.
    Besotes!!!

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